Categoría: Opinión

Elecciones AMA 2024-2026: ¿qué está en juego?

Las elecciones para el Consejo Directivo para el bienio 2024-2026 de la Asociación Mexicana de Actuarios (AMA) están a la vuelta de la esquina, y en esta ocasión son particularmente significativas ya que, por primera vez en los últimos 10 años, hay dos planillas participantes. El resultado de estas elecciones no solo influirá en el funcionamiento interno de la AMA, sino que también tendrá un impacto sustancial en el futuro próximo de la profesión.

La Profesión Actuarial hoy en día

En México la Asociación Mexicana de Actuarios (AMA) es la organización que impulsa el crecimiento de los actuarios, así como busca fortalecer la práctica actuarial en el sector asegurador y afianzador y desde su creación la AMA ha organizado conferencias, pláticas y eventos dirigidos a la capacitación, actualización, convivencia y reunión de los agremiados. Así mismo, la AMA organiza un Congreso cada dos años donde participan expositores nacionales e internacionales, planteando temas de actualidad y foros de discusión.

De esta manera, el Consejo Directivo de la AMA juega un papel crucial en el desarrollo y la promoción de la profesión actuarial en el país. Sus decisiones afectan no solo a los agremiados, sino también a aquellos actuarios que no pertenecen a la AMA e incluso a los que están en proceso de formación.

Elección del bienio 2024-2026: Dos candidatos diferentes

Lo que hace que las elecciones en esta ocasión sean especialmente destacadas es que hay dos planillas compitiendo por conformar el Consejo Directivo de la AMA. La última vez que se dio algo así fue en las elecciones del Consejo Directivo 2014-2016, cuando la planilla presidida por el Act. Alberto Elizarrarás venció en una cerrada votación a la planilla presidida por el Act. Israel Avilés.

La presencia de dos opciones diferentes significa que los agremiados a la AMA tendrán la oportunidad de elegir entre dos perfiles distintos para el futuro de la profesión en México. Cada planilla presenta su propio conjunto de propuestas y prioridades, lo que brinda a los miembros de la AMA la posibilidad de participar activamente en la dirección que tomará la asociación.

A continuación te presentamos las dos planillas, así como algunas de las propuestas de sus respectivos planes de trabajo:

Planilla 1:
  • Presidenta: Anayelli Montagner Miranda
  • Vicepresidente: Pedro Durán Hernández
  • Secretario: Luis Ramos Burgoa
  • Tesorero: Daniel Cárdenas Hernández
  • Propuestas: 
    • Dar seguimiento a proyectos de Consejos Directivos anteriores como el Programa Educativo para actuarios certificados y no certificados, las Sesiones de Trabajo Itinerantes en Universidades, Diplomados  para Compañías de Seguros, Talleres de Trabajo y el Premio Fundadores.
    • Generar una operación eficiente de la AMA.
    • Retener a la membresía actual y buscar incrementarla a través de la generación de una oferta de valor y beneficios tangibles para los agremiados.
    • Promover estudios e investigación que contribuyan a la profesión actuarial, así como colaborar con el CONAC para mejorar la Oferta de Cursos para los actuarios certificados.
    • Continuar con el Programa de Mentorías donde se busca promover la transferencia de conocimiento y valores para el desarrollo profesional de los actuarios.
    • Organización del Congreso Nacional de Actuarios, así como otros eventos que promuevan la generación de espacios, colaboración, trabajo en equipo y actividades de convivencia de los agremiados.
    • Fortalecimiento de la relación entre asociaciones actuariales y organizaciones del sector asegurador.
    • Continuar con el acercamiento con las universidades que imparten la carrera continuando con las Sesiones Itinerantes, así como con reuniones con los directores de la carrera de Actuaría y sesiones para alumnos donde se compartan experiencias en el ámbito profesional.
    • Continuar con el acercamiento con compañías de seguros y reaseguro donde se ofrezca capacitación de los actuarios, así como generar una Bolsa de Trabajo de las empresas aseguradoras y miembros de la AMA.
  • Si quieres revisar el plan de trabajo completo de la Planilla 1, da click aquí.
Planilla DoS:
  • Presidente: Ricardo Ibarra Lara
  • Vicepresidente: Juan Manuel Martínez González
  • Secretario: Juan Antonio Ortiz Pérez
  • Tesorera: Mónica Reyes Villegas
  • Propuestas:
    • Difusión del Plan de Trabajo entre la membresía a través de campañas que usen correos electrónicos, publicaciones en redes sociales y promoción en el Congreso Nacional de Actuarios 2023.
    • Definir iniciativas para crear una oferta de valor al gremio actuarial, conformado por estudiantes y profesionistas del sector asegurador y afianzador.
    • Mantener una comunicación constante y efectiva con la membresía, de donde se busca actualizar la página de internet de la AMA para poder publicar calendarios de cursos, temas de interés del sector, una bolsa de trabajo para actuarios, entre otras cosas, así como incrementar la presencia en redes sociales.
    • Llevar a cabo el Congreso Nacional de Actuarios.
    • Establecer programas de relaciones con otras asociaciones, instituciones y agrupaciones de naturaleza semejante, como por ejemplo la AMAC, AMIS, IMESFAC, AMASFAC, AMEDESEF, FUSA, AIM, etc.
    • Acercamiento con las áreas de talento /RH de las aseguradoras y reaseguradoras para facilitar la búsqueda de talento y promover los cursos de la AMA como alternativa a los programas de capacitación de las empresas.
    • Fortalecer la Posición Financiera de la AMA a través de una gestión eficiente y transparente de los ingesos y egresos.
    • Promover la integralidad del actuario y el balance de vida a través de eventos sociales, culturales y deportivos.
    • Fomentar la responsabilidad social del actuario, mediante la participación con ONGs.
  • Si quieres revisar el plan de trabajo completo de la Planilla DoS, da click aquí.

El impacto en el Futuro de la Profesión Actuarial

El resultado de estas elecciones no solo afectará la gestión interna de la AMA, sino que también tendrá un impacto en el futuro de la profesión actuarial en México. A continuación presentamos algunas áreas clave en las que consideramos que el nuevo Consejo Directivo puede (y debe) influir significativamente:

Educación y nuevos desafíos

El nuevo Consejo Directivo puede impulsar programas de formación y educación que mantengan a los actuarios mexicanos actualizados con las últimas tendencias y desarrollos en la disciplina actuarial.

Esto es fundamental si consideramos los nuevos desafíos a los que se enfrenta la profesión y para los cuales tenemos que empezar a pensar en una manera creativa y efectiva de abordarlos ¿estamos listos para enfrentar los riesgos cibernéticos y de cambio climático, por decir algunos? ¿estamos preparados para dar el salto a la utilización de modelos más robustos y sofisticados? ¿entendemos las implicaciones que las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, tendrán en el desempeño de nuestra profesión?

Todas estas son preguntas que necesitamos responder a la brevedad y para las cuales el Consejo Directivo tendrá que poner atención ya que representan el futuro de la profesión.

Promoción de la profesión

La promoción activa de la profesión actuarial es esencial para atraer y retener talento en el campo asegurador. Un Consejo Directivo comprometido puede desarrollar estrategias de promoción efectivas y trabajar para aumentar la visibilidad de los actuarios en la sociedad mexicana, así como aumentar el número de agremiados a la asociación.

Colaboración Internacional

El campo actuarial es global, y la colaboración con organizaciones y profesionales de otros países es fundamental para poder crecer y mejorar. El nuevo Consejo puede fortalecer las relaciones internacionales y asegurarse de que los actuarios mexicanos estén conectados con las mejores prácticas a nivel mundial.

Conclusión

Definitivamente las elecciones para el Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Actuarios son un evento dignificativo que marcará el rumbo de la profesión actuarial en México en los próximos años.

Será sumamente importante que los miembros de la AMA se informen sobre las propuestas y trayectorias de los candidatos, para que puedan ejercer su derecho al voto de una manera informada. Independientemente del resultado, estas elecciones son un recordatorio de que la comunidad actuarial en México está en constante evolución y que sus decisiones tienen un impacto duradero en la profesión y en la sociedad en general.

Reaseguro, ¿qué es y para qué sirve?

Teniendo como base la transferencia de riesgo, pero pudiendo se útil para varios diferentes objetivos, el Reaseguro es una de las herramientas de gestión de riesgos más importantes a las que tienen acceso las Aseguradoras. El día de hoy les contaremos más acerca de esta rama de la Actuaría.

Seguramente habrás escuchado hablar del glamoroso mundo del reaseguro, el cual es una de las ramas más interesantes y que ofrecen un desarrollo multidisciplinario a quienes se desarrollan en ella; con eso en mente, en esta ocasión analizaremos a detalle el mundo del reaseguro, no solo desde el punto de vista conceptual, sino también nos sumergiremos en las condiciones laborales que lo enmarcan.

Primero lo primero, ¿qué es el reaseguro?

Para poder dar una definición de reaseguro es inevitable hablar antes del seguro, el cual lo podemos definir como un instrumento financiero que consiste en el reparto de un riesgo entre un número elevado de personas con necesidades similares de protección. De esta manera, un individuo que busca protección se acerca a un ente llamado Aseguradora para comprar una póliza que lo cubra en caso de alguna eventualidad y la Aseguradora tendrá la posibilidad de «diluir» el riesgo entre varias personas, haciendo más barato para los asegurados hacer frente a las inclemencias financieras provocadas por el evento.

El reaseguro lo podemos definir por lo tanto como un seguro para aseguradoras. Siendo un poco más formales, podemos decir que el reaseguro es la operación por medio de la cual una institución de seguro toma a su cargo, parcial o totalmente: a) un riesgo cubierto por otra o, b) el remanente de daños que exceda de la suma asegurada por el asegurador directo.

Entonces, ¿el reaseguro solo sirve para protección ante riesgos?

Pues sí y no.

Si bien la transferencia de riesgo es algo básico en cualquier contrato de reaseguro, hay ciertos esquemas donde esto pasa a segundo término y se busca cubrir alguna otra necesidad de manera primaria. A continuación te presentamos algunos de los usos más importantes que se le da a los contratos de reaseguro:

Flexibilidad en la suscripción para la Aseguradora: en los seguros de vida y salud es común que las Reaseguradoras ofrezcan acceso a sus manuales de suscripción a las Cedentes (Aseguradoras), así como capacitación no solo en el uso de dichos manuales, sino también en la toma de decisiones de los riesgos que se suscriban. Además de eso, las Aseguradoras pueden acercarse a su panel de reaseguro y pedir apoyo en la dictaminación de casos difíciles, considerando la experiencia global que tienen las Reaseguradoras.

Protección específica contra frecuencia o severidad: dependiendo del esquema de reaseguro, la Cedente puede definir si desea una protección especial contra fluctuaciones en el número de siniestros o bien, contra aquellos riesgos que por el volumen individual que representan pudieran poner en riesgo su rentabilidad.

Óptima diversificación de riesgos: las Reaseguradoras con mayor importancia y penetración en el mercado mexicano (e incluso latinoamericano) son extranjeras con capitales americanos o europeos . Esto desde un punto de vista económico puede ser bastante adecuado, puesto que los diferentes riesgos se trasladan a otros países, protegiendo a la economía local. Por ejemplo, los pasados dos años con la lamentable sobremortalidad que vivimos, muchas personas hicieron uso de su seguro de vida, las Aseguradoras que cubrían dichos riesgos a su vez tuvieron un uso mucho más grande que el acostumbrado de sus contratos de reaseguro y estos tuvieron que tocar los capitales de los que disponen para poder hacer frente a las obligaciones contractuales. Imagínate que el dinero de personajes como Warren Buffet fue usado para pagar un siniestro de vida en México.

Contribuye al financiamiento de las actividades de la entidad aseguradora: muchas veces las obligaciones bajo Solvencia II pueden verse aliviadas con un contrato de reaseguro con estas motivaciones, el cual surge en aquellas circunstancias en las que el reaseguro es más barato que la el requerimiento de capital, o cuando una aseguradora encuentra ciertas limitaciones en el uso tradicional del capital y el acceso al reaseguro es más rápido o más flexible.

Ayuda a entrar a (o salir de) una línea de negocio o área geográfica: muchas veces las Aseguradoras desean expandirse a nuevas líneas de negocio o nuevos mercados y pudieran ver ciertas complicaciones por la falta de experiencia tanto técnica como operativa de lo que implican este tipo de retos. De esta manera, la Reaseguradora puede brindar un acompañamiento aprovechando la experiencia más amplia que esta tiene.

Proporciona asesoría técnica: así como en la parte de suscripción, también desde un punto de vista técnico la Reaseguradora puede apoyar en términos técnicos a las aseguradoras, llegando incluso a diseñar toda la nota técnica de un determinado producto, a cambio simplemente de que se establezca una relación de reaseguro subyacente a dicho producto.

En general, las Reaseguradoras suelen brindar un acompañamiento integral a las compañías Cedentes, apoyándolas en diversas necesidades y haciendo de los contratos de reaseguro una de las herramientas administración de riesgos más flexibles que tienen las Aseguradoras.

¿Y cómo es trabajar en Reaseguro?

Como bien lo mencionamos anteriormento, las Reaseguradoras suelen ser empresas con mucho capital basadas en otros países, pero con presencia global. Esto contrasta un poco con el hecho de que el número de personas que laboran en estas empresas es mucho menor que el número promedio de empleados de las Aseguradoras. Por ejemplo, una aseguradora mediana en México que factura USD 100 millones al año puede ser conformada por alrededor de 200 empleados, mientras que una Reaseguradora que factura lo mismo en México puede tener solo una oficina de máximo 25 empleados en el país. Además esos mismos 25 empleados suelen brindar servicio a un área geográfica que comprende varios países. Este simple hecho nos lleva a pensar que los salarios suelen ser más altos que en el mercado asegurador.

Por otro lado, los actuarios que laboran en Reaseguro deben tener un conocimiento extenso no solo de los esquemas de reaseguro que brindan a los clientes, sino también deben conocer el contexto de los distintos mercados aseguradores que cubren ya que no es lo mismo un seguro de gastos médicos en México, que en Guatemala o que en Chile, por ejemplo.

También los actuarios que laboran en este ramo suelen tener actividades comerciales a la par de los deberes técnicos que deben cumplir, haciendo muy común los viajes, las comidas y los eventos con clientes.

¿Y a ti te gustaría trabajar en reaseguro?

El cambio de paradigma en los Seguros de Gastos Médicos

Los Seguros de Gastos Médicos privados en México tienen una penetración de aproximadamente 8%, lo cual es un número todavía bajo ya que se considera que el potencial de este tipo de productos pudiera llegar al 15%. Para lograr esto, será necesario que este tipo de coberturas se modernicen y se acoplen a las necesidades de las nuevas generaciones.

Hoy más que nunca se ha hecho evidente la importancia que los seguros tienen para la sociedad, especialmente si consideramos que en México, de acuerdo a la AMIS, la pandemia es ya el evento que ha causado más siniestralidad en la historia del sector asegurador, donde particularmente en el ramo de Gastos Médicos se han pagado aproximadamente 22,500 millones de pesos relativos al Covid-19, con una variabilidad inmensa entre los casos cubiertos que han ido desde unos cuantos cientos de pesos hasta el monto más alto de 52 millones de pesos.

Otro aspecto importante que se ha desnudado en los últimos meses, es el hecho del «aprovechamiento» que han tenido ciertas instituciones de salud privadas ante la situación de la pandemia, en la cual los costos para los tratamientos se encarecieron de manera importante, causando que las aseguradoras de este ramo que no tienen una adecuada gestión de gastos hospitalarios, sufrieron de pérdidas importantes, que posiblemente fueron transferidas al mercado reasegurador.

El paradigma

Si lo pudiéramos decir en una frase, el paradigma de los Seguros de Gastos Médicos es que estos deben proporcionar cuidados médicos para cubrir enfermedades. Si lo piensas, realmente incluso las tácticas para vender este tipo de coberturas van dirigidos a hacer ver los escenarios de enfermedad y costos relativos importantes asociados al tratamiento de esta, que pudieran afectar la solvencia y el patrimonio de una persona. Esto por supuesto tiene mucho sentido ya que incluso en el génesis de los seguros esta fue una de las principales premisas .

Sin embargo, particularmente para el tema de los Seguros de Gastos Médicos esto resulta algo problemático especialmente si consideramos la tendencia natural a la alza de los costos de los gastos médicos, lo cual con el paradigma actual lleva a la necesidad de aumentar las primas, comprometiendo la accesibilidad que pueden tener estos seguros. A continuación profundizamos un poco más en estos dos puntos.

Aumento en los costos

En el tema de los costos en los tratamientos y demás gastos hospitalarios, es natural que existan incrementos que hasta cierto puntos son inevitables y que son causados por alguna de las siguientes razones:

  1. Envejecimiento de la población
  2. Nuevas tecnologías y tratamientos disponibles
  3. Cambio climático
  4. Epidemias / Pandemias

Difícilmente se pueden tomar medidas desde el sector asegurador para tratar de mitigar los puntos anteriores, lo cual en muchos casos genera que las compañías de gastos médicos y salud simplemente aumenten las primas para tratar de equilibrar estos efectos, sin embargo, esto complica la accesibilidad a este tipo de coberturas, además de que convierte a dichas compañías en simples «pagadores», siendo de esta manera ajenos a la salud de las personas. Entonces, ¿qué se puede hacer para tratar de gestionar de mejor manera los gastos?

Mecanismos de Control de Gastos

Como bien lo ha señalado el Actuario Eduardo Lara en algunas de sus publicaciones, podemos dividir la conformación de los seguros de salud en 3 grandes rubros que son los Beneficios, la Accesibilidad a proveedores y el Precio del seguro, de tal manera que únicamente dos de esa tres pueden variar, dejando la otra como pivote para que equilibre el sistema.

De esta manera, si se busca ofrecer un producto que tenga una amplia gama de beneficios en cuanto a las enfermedades y tratamientos que son cubiertos, un nivel alto de suma asegurada y  una participación del asegurado (deducibles y coaseguros) baja, así como una amplia red de proveedores a la cual pueden acceder los asegurados, entonces el precio de este seguro tendrá un costo alto.

Por otro lado si lo que se busca es que el precio sea bajo y además una accesibilidad amplia con una red abierta por ejemplo, entonces los beneficios tendrán que minimizarse, excluyendo enfermedades, limitando la suma asegurada y maximizando la participación del asegurado. En otro escenario, si lo que se busca es tener un precio no muy alto y un buen nivel de beneficios, entonces la red de proveedores será cerrada, de manera que los asegurados solo puedan recibir atención de proveedores muy específicos.

Por supuesto que lo anterior funciona en un punto cuando se están diseñando los productos, pero, ¿qué se puede hacer entonces cuando se tienen carteras un tanto maduras donde puede ser difícil hacer muchos cambios en cuanto a beneficios y accesibilidad? Además de aumentar las primas, algo que se puede hacer es tener una mejor gestión de costos hospitalarios, de tal manera que la compañía pueda involucrarse con sus proveedores y cersiorarse de que lo que se cobra está en línea con lo que indica el mercado, que los tratamientos que se dieron realmente estaban incluidos en el producto contratado y que no se le carguen a la aseguradora gastos que no deberían cubrir.

Desafortunadamente muchas compañías no tienen este tipo de gestiones o procesos en este sentido tan robustos, lo cual generó que en lo que llevamos de pandemia muchas aseguradoras sufrieran pérdidas, mientras que otras que sí tienen procesos más robustos no tuvieron grandes complicaciones en este ramo.

¿Y qué hay del bienestar?

Desde hace algunos años, algunas compañías de seguros en otros países han lanzado programas de bienestar como complemento a sus productos de gastos médicos, los cuales funcionan con un sistema de recompensas con apoyo de nuevas tecnologías y analítica de datos, donde a los asegurados obtienen beneficios de diferentes niveles siempre que demuestren que realizan actividades o tienen hábitos saludables, que pueden ser hacer ejercicio, hacer compras de víveres saludables, hacerse chequeos médicos periódicamente, entre otros.

Se ha demostrado que si bien estas coberturas por sí solas no generan grandes utilidades a las compañías, lo cierto es que sí generan una mejoría en la siniestralidad de las coberturas de Gastos Médicos, de tal manera que se cubre un triple propósito: cuidar la salud de los asegurados, cuidar la siniestralidad de los productos de gastos médicos y mantener un equilibrio en las primas de seguros.

Conclusión

Con todo lo anterior, podemos decir que algunos elementos que tienen las compañías de seguros que ofrecen productos de gastos médicos y salud para cuidar su rentabilidad sin tener la necesidad de caer en la espiral de aumento de primas y ofrecer soluciones a sus asegurados es tener una gestión de gastos hospitalarios robusta, diseñar adecuadamente la accesibilidad y nivel de beneficios que se ofrecerán y empezar a pensar en programas de bienestar que incentiven hábitos y conductas saludables.

 

La Actuaría y la teoría de las 10 mil horas

Seguramente en algún punto de tus primeros años de experiencia laboral te toparás de frente con la frustración porque las cosas no salen bien, ya sea porque tu trabajo consiste en cosas que nunca habías hecho o porque simplemente no puedes comprender la famosa «big picture». Esto es normal y el día de hoy te explicaremos algo que puede ayudar a enfocarte y sentirte mejor respecto a lo que buscas: la teoría de las 10 mil horas.

Ante la incertidumbre y frustración que existe en muchos actuarios que inician su vida laboral, el día de hoy vamos a platicarles de un concepto que les ayudará a entender cómo es el crecimiento profesional y qué esperar del camino que están por recorrer.

Los primeros años…

Los primeros años trabajando, en cualquier ámbito, siempre van a resultar complicados por el simple hecho de que la mayoría de las universidades no nos preparan para el mundo laboral. En el caso de la actuaría, esto es muy marcado por la misma naturaleza de la profesión, la cual se basa en aplicar modelos matemáticos a diferentes fenómenos con el fin de contrarrestar las implicaciones financieras de ciertos riesgos.

De esta manera, puede que en la universidad hayas aprendido la demostración de Black & Scholes sin usar el Teorema del Límite Central, pero aplicar eso en modelos en un software y tomar decisiones del mundo real basado en eso no es lo mismo. Por otro lado, puedes aprender de arriba a abajo lo que significa y cómo se diseña una tabla de mortalidad, pero para tomar la decisión de suscribir un negocio especial cuando el agente está presionando y tus números no te dan el precio que buscan, se requiere de otros conocimientos y habilidades.

Esto por supuesto solo se aprende estando en el campo de juego y viendo de cerca cómo se manejan las cosas, con el apoyo de los compañeros y jefes que llevan más tiempo en el negocio, pero con una prioridad en la práctica, la cual, debe ser en teoría de 10 mil horas.

La teoría de las 10 mil horas

¿Sabías que Picasso fue aceptado en la academia de artes a los 16 años de edad? Pues es verdad y no tienes que sentirte mal, no fue porque tuviera todo el talento del mundo desde que nació, fue porque pasó toda su juventud dibujando y estudiando arte muy arduamente, para cuando hizo los exámenes de admisión ya había realizado más de 10,000 dibujos y pinturas (según cuenta la leyenda).

Esta teoría, formulada por Anders Ericsson en 1990, dicta que las primeras 10,000 horas que dediques a algo, las cosas van a salir mal, incompletas o de calidad dudosa, pero son las 10,000 horas en que debes esforzarte más para aprender de tus errores y perfeccionarte, pasando esta barrera, en la hora 10,001 tu trabajo habrá cambiado por completo y será muy bueno, tanto así que no se parecerá en nada a lo que hacías al comenzar.

En otras palabras, ahora que empiezas en el mundo laboral todo te parecerá una marcha cuesta arriba y sentirás que no puedes más y quieres renunciar ante la presión, pero ten en mente que entre más te esfuerces en seguir adelante y mejorar a cada paso esa marcha se volverá más y más fácil.

El hecho de que conozcas algo tan a fondo después de practicarlo por todo este tiempo también te llenará de otro aspecto vital que es la confianza, en ti mismo y en lo que haces. Este tema por si solo también es muy importante, por lo que ahondaremos en él en otra publicación, pero por el momento solo considera que estas 10 mil horas también te brindarán eso.

¿Se puede agilizar?

Realmente no, la regla de las 10 mil horas es clara y difícilmente podrás llegar al punto cúspide antes de ese tiempo. De esta manera, tardarás de 5 a 10 años en volverte un experto en tu campo laboral, dependiendo de cuánto tiempo le dediques.

Ahora, esto no significa que tienes que estar esos 5 a 10 años en el mismo puesto, la mayoría de los lugares de trabajo tienen bien definidos los puestos que puedes ir subiendo de acuerdo a tu experiencia, aumentando responsabilidades y condiciones laborales de manera progresiva.

Por otro lado, algo que puede ralentizar u obstaculizar tu camino de las 10 mil horas es el hecho de que cambies continuamente tu campo laboral, por más mínimo que sea. Toma en cuenta que no dijimos cambiar de empresa, al final siempre es bueno buscar mejores condiciones en otros lugares, sino de campo, es decir, si hoy trabajas en seguros y el día de mañana te cambias a finanzas, pero después ya no te gusta y te cambias a ciencia de datos, en cada nuevo campo inicias nuevamente un camino de aprendizaje de 10 mil horas.

Como conclusión, no te desanimes si las cosas no te van bien, créeme que a todos nos pasa. Mejor enfócate en lo que haces y esfuérzate para que esas 10 mil horas te sirvan de provecho y así pasarán más ligeres. Piensa que durante todo ese tiempo trabajando como profesional te están pagando por aprender y volverte un experto de tu área.

Bitcoin no debería existir

Bitcoin no debería existir.

Como tecnología, es una verdadera joya. Es el resultado de cientos de años de acumulación de conocimientos matemáticos y tecnológicos para crear el primer activo digital escaso y descentralizado. Sin embargo, los que debaten a su favor en redes sociales o círculos profesionales intentan por todos los medios que dicho debate no se desvíe hacia terrenos demasiado espinosos. Y es que la propia existencia de esta nueva tecnología es un reto a los sesgos y cosmovisiones de la mayoría de las personas: A bitcoin no le importa si nuestras universidades y hospitales se van a quedar sin financiamiento público, que por algo se hizo inconfiscable. No le importa si nuestras agencias anti-lavado de dinero y demás reguladores no están de acuerdo con el uso inmoral que algunos actores le puedan llegar a dar, que por algo se hizo descentralizado. Bitcoin no nació dentro del sistema, no está alineado con los valores del corporativismo rancio y la democracia esclerótica que han dado forma a Occidente durante las últimas décadas, pero tampoco con el «move fast and break things» de la cultura entrepreneur que nació en Sillicon Valley.

Bitcoin fue creado por los cypherpunks: criptoanarquistas, radicales, centrados en la privacidad del individuo (pero la transparencia del gobierno) y defensores de la separación entre el dinero y el Estado (¡sacrilegio!). Fue creado para minar (a qué grado, lo sabremos en algunos años) los dos pilares financieros de los gobiernos: los impuestos y la inflación; y para la comunidad actuarial de todo el mundo, formada dentro de los paradigmas económicos más tradicionales, proponer eso y que arda el mundo es básicamente lo mismo.

Hay muchas cosas que están mal en el mundo, y hay otros foros y espacios mas adecuados para denunciarlas. Esta comunidad por su parte no es el mejor lugar para hacer activismo y hablar de gobiernos genocidas, el asqueroso sistema fiat, el camino al fascismo que está tomando occidente, y cómo bitcoin tiene el potencial para cambiar todo eso (sí, sí, llevándose entre las patas nuestro alumbrado público y nuestras carreteras). Otros segmentos de la población tendrán sus propios sesgos y cosmovisiones, pero si hay algo común en prácticamente todos ellos es esto: nacieron… o más bien, nacimos dentro del sistema, es lo único que conocemos y no tenemos razones para pensar que somos cómplices de un sistema injusto, que no estamos a solamente un par de leyes más, un par de elecciones democráticas más o un par de modelos o teorías económicas más para resolver todos nuestros problemas, o que las cosas podrían ser y funcionar de maneras radicalmente distintas (y mejores) a como son actualmente.

Por eso la mayoría de los colegas de este ramo, quienes deberían de ser los primeros en reconocer el potencial de esta tecnología, siguen sin explicarse (y seguirán por muchos años) el ascenso meteórico que bitcoin ha tenido, mucho menos el potencial que aún tiene para que su precio (su métrica más llamativa, pero la menos relevante en términos de su naturaleza) siga multiplicándose. Creen que bitcoin es una burbuja que estallará y desaparecerá en cualquier momento porque, en términos de lo que saben y la visión que tienen del mundo, una cosa así no tiene cabida en la sociedad actual. Desde la propia burbuja de privilegio de los valores democráticos y de lo políticamente correcto, bitcoin no debería existir, no tiene razones legítimas para existir más allá de las expectativas de ganancias fáciles y rápidas, y por lo tanto no tendríamos por qué estar hablando de (mucho menos defendiendo a) esta mugre en redes profesionales, como no hablamos de flores de la abundancia u otras estafas piramidales.

Y sin embargo, existe, y sigue existiendo. Y conforme su adopción (y su precio) aumenta, se vuelve cada vez más difícil no verlo.

Por eso es divertido (en el buen sentido) ver a los colegas pro-bitcoin haciendo su mejor esfuerzo por defenderlo e intentar hacerlo llegar a un público cada vez más amplio (y más alejado del ethos original de bitcoin), pero sin agitar demasiado las aguas, intentando mantener a bitcoin dentro de la narrativa de las innovaciones buena onda como Uber o Airbnb, que han facilitado la vida a millones de personas (y hecho millonarios a quienes apostaron por ello en sus etapas tempranas) con daños colaterales prácticamente inexistentes. Bitcoin esta en un nivel totalmente diferente: promete cambiar el mundo no de manera estética, sino sistémica, y recompensar a todos aquellos individuos, instituciones y gobiernos que se suban al tren mientras diluye brutalmente el poder adquisitivo de los que, ya sea por desconocimiento o por obstinación, hayan decidido mantenerse al margen (aunque para ser justos, esto no será culpa de bitcoin, sino de los gobiernos y su política del money printer go brrr). Y el debate, al que le rehuyen la mayoría de sus defensores, es si ese cambio, que será sin duda doloroso y hasta injusto para muchos, será al final para bien (spoiler: será para bien).

Defender esta tecnología sin estar dispuesto a hablar de todos los daños colaterales que pueda llegar a generar es como intentar defender los primeros automóviles haciendo todo lo posible por negar el cambio tan radical que este nuevo medio de transporte podía traer a los paisajes, la planeación urbana, la economía y el modo de vida de las personas, así como los millones de kilómetros de carreteras, infraestructura e industrias que se tendrían que construir alrededor de este invento, con los estratosféricos costos asociados que hubieran hecho pensar a cualquier persona de aquellas épocas con un mínimo de sentido común, que aquel nuevo invento era un sinsentido objetivamente inviable. Los pro-bitcoin easy going insistirán en que no hay por qué alarmarse, que bitcoin puede adaptarse al mundo, como si hubiéramos esperado que el automóvil se adaptara a los caminos de terracería y los paisajes rurales del siglo XVIII (y que no se convertiría en el principal medio de transporte de los delincuentes).

La realidad es bien distinta: bitcoin no va a pedirle permiso a nadie. Si triunfa, no va a ser gracias a un cambio de perspectiva de sus detractores o a que estos piadosamente hayan decidido tolerarlo y designarle un espacio (pequeño o grande) dentro de las estructuras actuales, sino a pesar de la feroz lucha que estos tarde o temprano tendrán que presentar (y es probable que ya no falte mucho tiempo para ello), en un desesperado intento de que el mundo se quede quieto de una maldita vez y que las cosas se mantengan como ellos felizmente las conocían (el sueño de todo boomer desde los albores de la humanidad). Las apuestas son altas, porque si al final no logran su objetivo y bitcoin persiste, entonces al igual que lo que vimos con la pólvora, la máquina de vapor, los automóviles y el internet, bitcoin no será el que se adapte al mundo. Va a ser el mundo el que, a marchas forzadas y hasta a regañadientes, tendrá que adaptarse a bitcoin.

En fin, no me hagan mucho caso. Esto solo ha sido pensar en voz alta, jugar un rato al abogado del diablo. No crean que yo defiendo a esos locos anarquistas que quieren quitarnos nuestro sistema de pensiones. Democracia bien, anarquismo mal. Pero ya cambiando un poco de tema… ¿han visto los rendimientos de bitcoin este año? ¡Y también pueden donar a ONG’s con bitcoin!

Ah y no se pierdan nuestro siguiente artículo: Cómo pagar impuestos sobre las ganancias en bitcoin y seguir ayudando a financiar la educación pública y a nuestros profesores universitarios (Dios bendiga a esos sujetos).

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