En los últimos años, el término “nearshoring” ha ganado un protagonismo significativo en el mundo de los negocios y la economía global, el cual se refiere a la práctica de trasladar operaciones o procesos empresariales a países cercanos, en lugar de optar por ubicaciones más lejanas como Asia. Este fenómeno ha cobrado fuerza especialmente en el contexto de la relación entre México y Estados Unidos, dos países con lazos económicos profundamente entrelazados. Con la creciente necesidad de optimizar costos y mejorar la eficiencia, muchas empresas estadounidenses están encontrando en México un aliado estratégico para sus operaciones, y la industria actuarial no es una excepción.

Nearshoring y su Impacto en la Actuaría

La industria actuarial, caracterizada por su alto nivel de especialización y demanda de talento, ha sido una de las áreas que más ha experimentado el impacto del nearshoring. La transferencia de operaciones actuariales a México no solo está relacionada con la reducción de costos, sino también con la accesibilidad a una mano de obra altamente calificada y la mejora en la calidad del servicio.

Por ejemplo, sabemos que en los últimos tiempos algunas de las más grandes firmas consultoras del mundo ya han empezado a mover parte de su fuerza laboral actuarial que atiende el mercado estadounidense hacia México, estableciendo centros de excelencia que no solo se encargan de tareas administrativas, sino que también realizan análisis complejos, desarrollo de modelos actuariales y consultoría de riesgos, aprovechando la alta calidad de la educación actuarial en el país y los beneficios económicos del nearshoring, lo cual les ha permitido no solo reducir costos operativos, sino también mejorar la eficiencia y calidad de sus servicios gracias al acceso a un amplio grupo de profesionales altamente capacitados.

Beneficios para las Compañías

De esta manera, podemos observar que el nearshoring permite a las compañías actuariales estadounidenses beneficiarse de varias ventajas y es que la proximidad geográfica de México reduce los problemas relacionados con la diferencia horaria, facilitando la comunicación y la colaboración en tiempo real, además, la similitud cultural y el uso compartido del idioma inglés, el cual es común que los actuarios en México dominen, facilitan la integración de equipos binacionales de alto desempeño.

Otro aspecto relevante es el marco regulatorio y normativo en México, que es robusto y compatible con los estándares internacionales, lo cual garantiza que las operaciones actuariales llevadas a cabo en México estén alineadas con lo que se busca para el mercado estadounidense y aunque actualmente un actuario en México no puede firmar oficialmente un documento actuarial que requiera certificación según las normas americanas, está capacitado para realizar análisis complejos y desarrollar los modelos necesarios. Esto abre la puerta para que las autoridades gremiales de ambos países busquen un acuerdo que facilite la certificación de actuarios mexicanos en Estados Unidos en el futuro.

Beneficios para los Actuarios Mexicanos

No obstante, para los actuarios mexicanos el nearshoring ha abierto un mundo de posibilidades ya que ahora tienen la oportunidad de trabajar para empresas internacionales sin tener que salir del país, lo que les permite acceder a mejores salarios, beneficios laborales y oportunidades de desarrollo profesional. Así mismo, el poder trabajar en proyectos internacionales y con equipos diversos enriquece la experiencia profesional y les abre puertas para futuras oportunidades laborales tanto en México como en el extranjero.

Por otro lado, el nearshoring también ha impulsado el desarrollo del talento local y es que desde hace algún tiempo universidades y centros de formación en México están alineando sus planes de estdio con las demandas del mercado internacional, asegurando que los graduados en Actuaría tengan las habilidades y conocimientos necesarios para competir a nivel global.

Oportunidades Futuras para los Actuarios Mexicanos

Sin duda el panorama que se abre para los actuarios mexicanos en los próximos años es sumamente prometedor, ya que el nearshoring no solo representa una oportunidad para que las empresas reduzcan costos, sino que también fomenta la transferencia de conocimiento y la colaboración entre países. Los actuarios mexicanos tienen ante sí la posibilidad de integrarse en equipos globales, adquirir experiencia en mercados más desarrollados y acceder a capacitación y certificaciones internacionales que enriquezcan su perfil profesional.

Sin embargo, para maximizar estas oportunidades, es crucial que el Colegio Nacional de Actuarios de México (CONAC) fortalezca sus lazos con la Society of Actuaries (SOA) y la American Academy of Actuaries (AAA), buscando una sinergia que podría facilitar el reconocimiento mutuo de credenciales y certificaciones, abriendo aún más las puertas para los actuarios mexicanos en el mercado laboral estadounidense. La colaboración entre ambas organizaciones también podría traducirse en programas conjuntos de formación y desarrollo profesional, seminarios y conferencias que enriquezcan el acervo de conocimiento de la comunidad actuarial en ambos países.

Conclusión

El nearshoring es más que una tendencia pasajera; es una estrategia que está transformando la forma en que las empresas operan y colaboran a nivel internacional. En particular para la industria actuarial en México, representa una oportunidad única para crecer, aprender y contribuir de manera significativa a la economía global. Con el respaldo de instituciones como el CONAC, la AAA y la SOA, los actuarios mexicanos están en una posición privilegiada para aprovechar al máximo las ventajas del nearshoring, convirtiéndose en piezas clave en el engranaje de las operaciones actuariales de las grandes firmas estadounidenses.

A medida que continuamos avanzando en esta era de globalización y colaboración internacional, es esencial que sigamos fortaleciendo los lazos y construyendo puentes que permitan a nuestros profesionales alcanzar su máximo potencial. El nearshoring no solo es una oportunidad económica, sino también una puerta abierta al futuro de la profesión actuarial en México.

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