Categoría: Mentoring

Aquí se busca ofrecer a los lectores distintas herramientas que les permitan discernir el mejor camino a seguir de acuerdo a sus intereses, respecto a su carrera laboral.

¿Es mejor hacer una maestría o certificaciones?

Si tus padres, algún familiar o un maestro nunca te dijeron que hoy en día la licenciatura ya no basta y que ahora para progresar necesitas hacer mínimo una maestría y de ahí planear un doctorado, entonces no eres millennial. Sin embargo, hoy trataremos de responder a la pregunta de si vale la pena hacer una maestría o es mejor hacer otro tipo de certificaciones.

En el campo de la Actuaría existen varias ofertas de maestrías, diplomados, cursos y certificaciones que se pueden hacer, las cuales se venden como una distinción importante a la carrera profesional de las personas por el aporte de conocimientos que implica tomar y aprobar cualquiera de ellos. Sin embargo, ¿valen la pena hacerlos? ¿En qué momento es mejor? ¿Qué puedo esperar de una maestría o una certificación?

¿Hacer una maestría?

El hacer una maestría con el fin de potenciar nuestra carrera profesional no es una simple creencia social que se pueda refutar, ya que hay estadísticas que confirman que los profesionales que cuentan con posgrados tienen en promedio mejores sueldos y condiciones laborales que aquellos que solo tienen la licenciatura.

Sin embargo, la decisión de hacer una maestría tiene que estar bien pensada, si la haces inmediatamente saliendo de la carrera te enfrentarás a una tremenda realidad en la cual los empleadores no le dan tanto valor a tus estudios de maestría como a la experiencia laboral a la hora de definir el salario al que serás acreedor —esto no aplica si haces tu maestría en una universidad que esté en el Top 10 mundial—.

Por otro lado, si la haces cuando ya llevas varios años de recorrido, lo más seguro es que esta no tenga un impacto tan fuerte en tu carrera y puede llegar a ser una carga de tiempo y dinero bastante pesada.

Con esto en mente, lo ideal sería poder hacer la maestría en un momento de tu carrera en que ya hayas definido el área a la que te vas a especializar, tengas ciertos años de experiencia y la maestría sea la llave que te pueda abrir puertas a puestos más altos y mejores para ti.

Tipos de Maestrías

Una vez que has definido que te encuentras en un buen momento de tu carrera en el que se maximiza el beneficio y se minimiza el costo de oportunidad de hacer una maestría toca definir el camino que quieres seguir con tus estudios, el cual puede ser de dos grandes tipos: especialista o generalista.

Especialista

Como bien mencionamos antes, en este punto de tu carrera ya debes estar establecido en alguna rama de la Actuaría, por lo que buscar especializarte en algo específico te puede ayudar a diferenciarte y por ende mejorar tus condiciones laborales, sin embargo, esto tiene una contra, ya que esto te puede encasillar y si el día de mañana quieres buscar alguna rama diferente u otras actividades, puede que te sea más complicado.

Generalista

A diferencia de las maestrías para especializarte, existen otras que te dan herramientas útiles para desempeñar labores  con una variedad más amplia de actividades. Las más común es la Maestría en Administración de Negocios o MBA, la cual busca capacitar a quienes la toman para tomar puestos de alta dirección, los cuales por supuesto tienen que saber un poco de cada una de las áreas y subáreas de la compañía para poder resolver problemas. La contra es que regularmente este tipo de maestrías son más caras, además de que si diluyes mucho el campo de acción de tus capacidades, puede que tu carrera profesional no termine de despegar.

¿Certificaciones?

Respecto a las certificaciones, aquí hay varias cosas a tomar en cuenta, primeramente sobre aquellas relativas a los exámenes de la SOA / CAS, ya hablamos a fondo sobre cómo ser miembro, cómo pasar los exámenes y de si vale la pena hacerlos en esta entrada.

Hablando de otras certificaciones, el Colegio Nacional de Actuarios ha adoptado un programa de certificación profesional para los actuarios que presten sus servicios en instituciones de seguros y fianzas en el país, con el fin de garantizar altos estándares de práctica actuarial. Cada una de estas certificaciones está más enfocada a distintas
subramas de los seguros y si tu plan de carrera está dentro de este campo será mejor que empieces a reunir los requisitos necesarios para obtener estas acreditaciones.

Es importante mencionar que estas certificaciones pueden encasillarte en áreas específicas dentro de las compañías de seguros y fianzas, con lo cual, si bien tendrás un puesto bueno asegurado, puede ser difícil que después subas de rango.

¿Diplomados, cursos?

Finalmente, otra de las opciones que existen es el estudiar un diplomado o curso, los cuales regularmente abordan temas muy puntuales y son excelentes opciones si quieres reducir la curva de aprendizaje de algo que podría tomar meses a simplemente semanas. De cualquier manera, si buscas algo que te impulse más a largo plazo, nada como la experiencia, las maestrías o las certificaciones.

Conclusión

En conclusión, el elegir hacer una maestría o tomar una certificación es algo que puede potenciar tu carrera, sin embargo, tienes que meditar muy bien el momento y el tipo de estudios que harás, ya que pudiera ser contraproducente si decides estudiar en un momento inadecuado o un tema que poco te ayude.

La Actuaría y la teoría de las 10 mil horas

Seguramente en algún punto de tus primeros años de experiencia laboral te toparás de frente con la frustración porque las cosas no salen bien, ya sea porque tu trabajo consiste en cosas que nunca habías hecho o porque simplemente no puedes comprender la famosa «big picture». Esto es normal y el día de hoy te explicaremos algo que puede ayudar a enfocarte y sentirte mejor respecto a lo que buscas: la teoría de las 10 mil horas.

Ante la incertidumbre y frustración que existe en muchos actuarios que inician su vida laboral, el día de hoy vamos a platicarles de un concepto que les ayudará a entender cómo es el crecimiento profesional y qué esperar del camino que están por recorrer.

Los primeros años…

Los primeros años trabajando, en cualquier ámbito, siempre van a resultar complicados por el simple hecho de que la mayoría de las universidades no nos preparan para el mundo laboral. En el caso de la actuaría, esto es muy marcado por la misma naturaleza de la profesión, la cual se basa en aplicar modelos matemáticos a diferentes fenómenos con el fin de contrarrestar las implicaciones financieras de ciertos riesgos.

De esta manera, puede que en la universidad hayas aprendido la demostración de Black & Scholes sin usar el Teorema del Límite Central, pero aplicar eso en modelos en un software y tomar decisiones del mundo real basado en eso no es lo mismo. Por otro lado, puedes aprender de arriba a abajo lo que significa y cómo se diseña una tabla de mortalidad, pero para tomar la decisión de suscribir un negocio especial cuando el agente está presionando y tus números no te dan el precio que buscan, se requiere de otros conocimientos y habilidades.

Esto por supuesto solo se aprende estando en el campo de juego y viendo de cerca cómo se manejan las cosas, con el apoyo de los compañeros y jefes que llevan más tiempo en el negocio, pero con una prioridad en la práctica, la cual, debe ser en teoría de 10 mil horas.

La teoría de las 10 mil horas

¿Sabías que Picasso fue aceptado en la academia de artes a los 16 años de edad? Pues es verdad y no tienes que sentirte mal, no fue porque tuviera todo el talento del mundo desde que nació, fue porque pasó toda su juventud dibujando y estudiando arte muy arduamente, para cuando hizo los exámenes de admisión ya había realizado más de 10,000 dibujos y pinturas (según cuenta la leyenda).

Esta teoría, formulada por Anders Ericsson en 1990, dicta que las primeras 10,000 horas que dediques a algo, las cosas van a salir mal, incompletas o de calidad dudosa, pero son las 10,000 horas en que debes esforzarte más para aprender de tus errores y perfeccionarte, pasando esta barrera, en la hora 10,001 tu trabajo habrá cambiado por completo y será muy bueno, tanto así que no se parecerá en nada a lo que hacías al comenzar.

En otras palabras, ahora que empiezas en el mundo laboral todo te parecerá una marcha cuesta arriba y sentirás que no puedes más y quieres renunciar ante la presión, pero ten en mente que entre más te esfuerces en seguir adelante y mejorar a cada paso esa marcha se volverá más y más fácil.

El hecho de que conozcas algo tan a fondo después de practicarlo por todo este tiempo también te llenará de otro aspecto vital que es la confianza, en ti mismo y en lo que haces. Este tema por si solo también es muy importante, por lo que ahondaremos en él en otra publicación, pero por el momento solo considera que estas 10 mil horas también te brindarán eso.

¿Se puede agilizar?

Realmente no, la regla de las 10 mil horas es clara y difícilmente podrás llegar al punto cúspide antes de ese tiempo. De esta manera, tardarás de 5 a 10 años en volverte un experto en tu campo laboral, dependiendo de cuánto tiempo le dediques.

Ahora, esto no significa que tienes que estar esos 5 a 10 años en el mismo puesto, la mayoría de los lugares de trabajo tienen bien definidos los puestos que puedes ir subiendo de acuerdo a tu experiencia, aumentando responsabilidades y condiciones laborales de manera progresiva.

Por otro lado, algo que puede ralentizar u obstaculizar tu camino de las 10 mil horas es el hecho de que cambies continuamente tu campo laboral, por más mínimo que sea. Toma en cuenta que no dijimos cambiar de empresa, al final siempre es bueno buscar mejores condiciones en otros lugares, sino de campo, es decir, si hoy trabajas en seguros y el día de mañana te cambias a finanzas, pero después ya no te gusta y te cambias a ciencia de datos, en cada nuevo campo inicias nuevamente un camino de aprendizaje de 10 mil horas.

Como conclusión, no te desanimes si las cosas no te van bien, créeme que a todos nos pasa. Mejor enfócate en lo que haces y esfuérzate para que esas 10 mil horas te sirvan de provecho y así pasarán más ligeres. Piensa que durante todo ese tiempo trabajando como profesional te están pagando por aprender y volverte un experto de tu área.

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